ELENA
GOULD HARMON nació en Gorham, Maine, el 26 de noviembre de 1827 en la familia
de Roberto y Eunice Harmon. Ella, junto con su hermana melliza Elizabeth, eran
las menores de un grupo de ocho hermanos. Cuando Elena comenzaba su
adolescencia, ella y su familia, aceptaron las interpretaciones bÃblicas de un
granjero que se volvió predicador Bautista, Guillermo Miller. Junto con Miller
y otros 50.000 adventistas sufrió un amargo chasco cuando Cristo no regreso el
22 de octubre de 1844, la fecha que indica el fin de la profecÃa de los 2.300
dÃas de Daniel 8. En diciembre de 1844, Dios le da a Elena su primera de unas
casi 2000 visiones y sueños. En agosto, 1846, se casó con Jaime White, un
ministro adventista de 25 años que compartió la de nacer, y Henry murió a los
16 años. Sus otros dos hijos, Edson y William, llegaron a ser ministros
adventistas. Elena de White fue una escritora prolÃfera. Comenzando con 1851,
cuando publicó su primer libro, se extiende en un caudal de artÃculos, libros y
folletos. Entre ellos, algunos son puramente devocionales, mientras que otros
son selecciones de muchas de sus cartas personales con consejos, escritas en el
transcurso de los años. Otros son históricos y delÃnean la continua batalla
entre Cristo y Satán por el control de los individuos y las naciones. También
publicó libros sobre educación, salud, y otros temas de especial importancia
para la iglesia. Después de su muerte se han publicado cerca de 50
compilaciones, en su mayorÃa de materiales queno se habÃan publicado con
anterioridad. Es autora de varios miles de artÃculos que fueron publicados, con
el correr de los años, en las revistas Review and Herald, Signs of the Times, y
otros periódicos Adventistas del Séptimo DÃa. No obstante su timidez y
renuencia, Elena de White se convirtió eventualmente en un oradora pública muy
popular, no sólo en los Estados Unidos, sino también en Europa y Australia. Se
demandaba su presencia no sólo en reuniones adventistas sino también ante
audiencias no adventistas, donde se apreciaban mucho sus temas sobre
temperancia. Durante 1876 ella habló a una audiencia estimada en 20.000
personas, su mayor audiencia, en Groveland, Massachusetts, por más de una hora
sin la ayuda de un micrófono. En su visión del 6 de junio de 1863, Elena de
White recibió instrucción sobre cuestiones relacionadas con la salud, como el
uso de drogas, tabaco, café, té, comidas con carne, y sobre la importancia del
ejercicio, la luz del sol, el aire fresco, y el auto-control en la dieta. Sus
consejos de salud, basados en ésta y otras visiones posteriores, han provisto a
los Adventistas de un estilo de vida que da como resultado el que vivan unos
siete años más que la persona promedio en Estados Unidos. Elena de White leÃa
mucho. Se dio cuenta que la lectura de otros autores le ayudaba en su propia
redacción mientras presentaba las verdades que se le revelaban en visión.
También el EspÃritu Santo le impresionaba para que a veces incluyera en sus
propios artÃculos y libros gemas literarias de las obras de otros. No pretendió
ser infalible ni que sus escritos fueran tratados en igual forma que las
Escrituras, aunque creyó firmemente que sus visiones eran de origen divino, y
que sus artÃculos y libros eran producidos bajo la conducción del EspÃritu de
Dios. Básicamente una evangelista, su preocupación principal en la vida era la
salvación de almas. Elena de White fue una persona generosa, y dio un buen
ejemplo de cristianismo práctico. Por años guardaba retazos de tela a mano pues
si veÃa a una mujer que necesitaba un vestido, podÃa proveer asistencia. En
Battle Creek asistÃa a remates, compraba muebles usados, y los guardaba;
entonces si la casa de alguien se incendiaba o cualquier otra calamidad
afectaba a una familia, estaba preparada para ayudar. Antes que la iglesia
implementara un plan de jubilación, si sabÃa de algún ministro anciano que
estaba con problemas financieros, le enviaba un poco de dinero para ayudarlo a
enfrentar sus necesidades más urgentes. Elena de White murió el 16 de julio de
1915. Por 70 años presentó fielmente los mensajes que Dios le dio para su
pueblo. Nunca fue elegida para ocupar un cargo en la iglesia, aunque los
lÃderes de la iglesia siempre buscaban su consejo. Asistió a la escuela sólo
hasta los 9 años, pero sus mensajes pusieron en marcha las fuerzas que dieron a
luz el sistema educativo mundial de la Iglesia Adventista, desde guarderÃas
hasta universidades. Aunque no tenÃa ningún entrenamiento médico, el fruto de
su ministerio puede verse en la red de hospitales, clÃnicas y dispensarios
adventistas que se encuentran alrededor del mundo. Y aunque no fue formalmente
ordenada como ministro del evangelio, provocó un impacto espiritual casi sin
paralelo en las vidas de millones, desde un extremo de la tierra hasta el otro.
Los libros de Elena de White continúan hasta el presente ayudando a las
personas a encontrar a su Salvador, a aceptar el perdón de sus pecados, a
compartir esta bendición con otros, y a vivir en la esperanza de la promesa de
su pronto regreso. Consejos de Elena de White Muchos de los consejos de Elena
de White han sido corroborados por la ciencia en temas como por ejemplo:
contaminación ambiental, efectos benéficos de la luz solar, la relación entre
un régimen deficiente y la pobreza intelectual, el efecto del café, el té y
ciertas enfermedades inexplicables, las grasas y las enfermedades
cardiovasculares, el azúcar y la enfermedad, el ejercicio y la circulación
sanguÃnea, el uso de la sal, el cáncer y sus causas, el tabaco, el cáncer de
pulmón y otras enfermedades mortales, el alcohol, el cerebro y la vida, las
drogas.
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